Espiral Creativo?

Welcome to the Jungle! bienvenido a mi blog, donde encontrarás información versátil sobre lo que sucede en mi mundo, en Caracas - Venezuela, moda, música, chistes, comidas, restaurantes, publicidad, cine y pare usted de contar... todo por supuesto, desde mi punto de vista! Como te quedo el ojo?: Vizco!

9.5.11

La Chica Sin Café



Julieta se levantó tempranito para ir al trabajo como siempre, cansada de viajar en metro de tomar dos buses y de caminar tres cuadras, por fin había llegado al trabajito mediocre que tenía como empleada de una empresa pública, cuyo nombre eran sólo siglas.
Ese día el aire acondicionado estaba más fuerte de lo normal y justamente Julieta se había llevado sus sandalias plateadas y su camisita semi-transparente negra, que dolor para sus pies y pechos quienes enfrentarían ocho horas de arduo trabajo bajo el temible aire acondicionado.
Para empezar sus labores, prendió su PC y entró a su página de noticias favoritas, para convencerse a sí misma de que efectivamente sí hubo retraso en el metro, revisó su correo para ver dos piches de ofertas de empleo y uno que otro mensaje publicitario de esas páginas de las cuales se había afiliado y ya más nunca visitó… Click a ¡borrar todo!
 Luego saludó a los compañeros y enemigos del trabajo, la gran labor hipócrita del día a día, criticó a mas de una con las uñas mal pintadas y cabellos mal secados y qué decir de los tipos con alientos pesados (vestigios de los cigarros de las 7:30am) y por supuesto saludar al jefe.
Ahora cada uno en su puesto, haciendo lo que siempre hacen, unas risas a lo lejos, caras amargadas concentradas en los computadores, trabajadores afanosos, correos súper respetuosos, en fin, la monotonía del trabajo.
Ya cuando por fin son las nueve de la mañana, Julieta sabe que es la hora de darse un break matutino, sale a hurtadillas de la oficina, sigue diciendo buenos días a cuanta persona se le atraviesa, se hace la loca cuando ve a un conocido y sigue su camino hasta el comedor.
Hace su colita, queriendo despejar su mente y relajarse, pensando “por fin ha llegado la hora de mi cafecito mañanero, me compro una galletita para acompañarlo y…”, de repente le pregunta el cajero con tono agobiante: ¿Cómo lo quiere? Y ella pide: “un café con leche, grande ¡por favor!”, pero el señor que hace los cafés le dice al cajero y a ella, con tono juguetón y hasta morboso: “Ya se nos acabó la leche… ¿quieres uno negrito?”. Y ella con amargura le responde: “¡Bah!, ¡no me de nada señor!“.
Simplemente pasó a ser una chica más sin café…                        

No hay comentarios: